Cáncer de próstata.
Como hemos podido ver en la anterior entrada de hipertrofia prostática benigna (HPB). La próstata es la glándula sexual del hombre que se encarga de producir el liquido seminal y se encuentra justo debajo de la vejiga urinaria y rodea la uretra. Lo que más destaca el cáncer de próstata es que es uno de los cáncer que evolucionan muy lentamente. Es común que se desarrolle en pacientes mayores de 70 años.
La causa principal es debida a la edad pero recientes estudios han demostrado que en el cromosoma 1 existe un gen especifico que aumenta las probabilidades de contraer cáncer de próstata.
La causa principal es debida a la edad pero recientes estudios han demostrado que en el cromosoma 1 existe un gen especifico que aumenta las probabilidades de contraer cáncer de próstata.
Principales síntomas:
Generalmente el cáncer de próstata en sus etapas iniciales no causa síntomas. Los más avanzados causan síntomas como:
- Dificultad para orinar, como en la hiperplasia benigna de próstata, esta comprime la uretra y complica la expulsión de la orina a través de la uretra.
- Sangre en orina o semen
- Disfunción eréctil.
- Debilidad o adormecimiento en piernas o pies debido a que el cáncer puede llevar a comprimir la médula espinal.
- Aumento de frecuencia de micción.
- Infección debido a la orina retenida.
En caso de que el cáncer se disemine, el paciente puede notar síntomas de dolor o sensibilidad osea en la región lumbar y pelvis.
Cómo diagnosticar la enfermedad
La mayoría de los síntomas se parecen a los que padecen aquellos pacientes que tienen hiperplasia benigna de próstata. Por lo que se debe hacer los estudios correspondientes para poder descartar que sea cáncer, y si lo es, diagnosticarlo cuanto antes para iniciar el tratamiento.
Como en la HPB, se debe realizar un tacto rectal para ver si la próstata ha incrementado su tamaño, en caso afirmativo se debe realizar una biopsia para saber si el paciente tiene cáncer de próstata o no. En este procedimiento se extrae una muestra de tejido para mandarla al laboratorio. Se realiza la biopsia en caso de que sea un paciente que tenga altas probabilidades de padecer cáncer de próstata (antígeno prostático específico que veremos más adelante o tacto rectal con superficie dura e irregular).
El análisis del antígeno prostático específico es una prueba de sangre en la que se mide una proteína que producen las células de la próstata. Si la concentración de PSA es elevada, es probable que el paciente desarrolle un cáncer de próstata. El antígeno se mide en nanogramos por cada mililitro de sangre y actualmente no hay una concentración específica ya que en el pasado se consideraba que aquellas personas que tenían más 4,0 ng/ml de sangre desarrollarían cáncer de próstata cuando pacientes que tenían una concentración menor la han padecido finalmente.Por lo que actualmente el diagnóstico certero se realiza a través de biopsia, aunque hay que tener en cuenta la prueba de PSA.
El médico también puede recomendar pruebas de imagen como ecografías.
Tratamiento del cáncer de próstata.
El tratamiento depende básicamente del estado evolutivo del cáncer, edad del paciente y su estado de salud.
Si el cáncer no se ha propagado fuera de la próstata se recomienda realizar una prostatectomia radical que es un tipo de cirugía en la que se extirpa toda la glándula prostática y tejidos alrededor de esta. Se puede realizar de dos formas de cirugía abierta: prostatectomía radical perineal o retropúbica:
También se puede realizar por laparoscopia y es el método que se ha vuelto más frecuente para extirpar la próstata durante estos últimos años. Durante esta intervención el cirujano solo realiza varias incisiones pequeñas y se inserta también un instrumento de visualización para que el cirujano pueda observar dentro del abdomen. Es el método con menor riesgo al ser menos invasivo.
También se puede aconsejar al paciente para que se le realice radioterapia a través de braquiterapia (se colocan implantes radiactivos en la próstata para destruir las células cancerosas) y terapia de protones (tipo de radioterapia en la que se utiliza rayo de partículas de protones).
Si el cáncer de próstata se ha extendido, se debe realizar la prostatectomia además de quimioterapia. Una vez completado el tratamiento se vigilará al paciente mediante pruebas de sangre del antígeno prostático específico.
Codificación del cáncer de próstata.
Al considerarse una neoplasia maligna, en la CIE-10 se codificaría en el capítulo 2 "Neoplasias" en la sección C60-C63 "neoplasias malignas de órganos genitales masculinos" y el código C61 para "neoplasia malignade próstata", hay que tener en cuenta que este código excluye la neoplasia maligna de vesícula seminal.
Pero para realizar la correcta codificación de la neoplasia se debe determinar el comportamiento de la misma a partir de la morfología obtenida en la historia clínica. Por lo que se debe indicar ese comportamiento en la CIE-0-3 y codificar el código morfológico de la neoplasia.
En la CIE-9 la neoplasia maligna de próstata se codifica en el capítulo 02 "neoplasias", categoría 179-189 "neoplasia maligna de organos genitourinarios" y el cáncer de próstata tiene el código 185 que excluye la neoplasia maligna de vesículas seminales. También para realizar correctamente la codificación es necesario determinar el código morfolófico gracias a la CIE-O a partir de la información clínica disponible, y si la neoplasia es maligna se debe diferenciar si se trata de localización primaria o secundaria (aparición de tumor a partir de extensión del tumor original).
Comentarios
Publicar un comentario